Lo cierto es que no sigo ninguna regla rígida para decidir a quién sigo en Twitter y a quién no. Lo que sí hago es usar una serie de criterios y de prácticas en mi uso diario de Twitter que me permiten tener la casa más o menos ordenada (ahora entro en detalle en eso), pero suelo concederme libertad absoluta para saltarme esos criterios cuando me apetece o cuando encuentro a alguien realmente sorprendente, pero que no encaja en ningún patrón anterior que me hubiera llamado la atención. Al final, si eres más o menos coherente al elegir a quién sigues, seguir a 2.000 personas no es complicado si no aspiras a leer todas y cada una de las cosas que digan y si pasas por tu timeline con suficiente frecuencia.
Supongo que, como en tantas cosas, lo primero y fundamental es decidir qué quieres lograr con tu cuenta de Twitter. ¿Estar informado? ¿Darte a conocer? ¿Divertirte? Seguro que no habrá un único motivo, sino una mezcla de varios y, también, seguro que habrá motivaciones que no querrás verbalizar pero que ahí estarán, en mayor o menor medida: demostrar cuánto sabes de un tema, entrar en contacto con mujeres/hombres, acumular followers para sentirte importante… Sea lo que sea lo que persigas, lo importante es que analices si las personas o marcas a las que sigues en Twitter son coherentes con tus intenciones.
En mi caso, uso mi cuenta de Twitter con fines profesionales, con unos leves tintes personales. A lo largo del tiempo, me ha permitido lograr estos objetivos:Sigue leyendo el artículo…