Everything from:Google

Poco estoy hablando del camino que está recorriendo Amazon desde hace un tiempo para comerse un buen trozo del pastel del mercado publicitario que, ahora mismo, se reparte el duopolio Google+Facebook.

Hago propósito de enmienda, porque este es un tema que hay que seguir de cerca.

Uno de sus movimientos más recientes: la llegada de su Transparent Ad Marketplace (TAM) a Europa. Se trata de un marketplace de header bidding que permite a los editores de webs o de apps móviles acceder a las pujas de múltiples SSP… y de la propia Amazon, todo ello de forma muy sencilla.

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A estas alturas, a nadie se le escapa que todo departamento de marketing debe demostrar, en términos económicos, la efectividad de sus acciones y decisiones. Antes, decíamos que lo que no se puede medir no se podía mejorar. Ahora, lo que no se puede medir no existe.

La excusa de “nos ayuda en términos de imagen o de brand awareness” ya no es aceptada en la mayoría de las organizaciones. Tampoco basta ya con demostrar el retorno global de la inversión en marketing: el beneficio ha de poder medirse con un elevado nivel de granularidad, a nivel de canal, de campaña o de táctica. Así, no sólo es posible validar el rumbo general del área de marketing, sino que también podemos optimizar la inversión y sacar el máximo jugo al presupuesto existente.

Conocer el retorno de cada acción realizada o de cada canal parece sencillo, a primera vista. Por ejemplo si, en un comercio electrónico, invertimos 2.000 euros en una campaña de AdWords y tenemos bien configurado nuestro Google Analytics, podremos saber con precisión cuantos clicks han convertido y cuánta facturación han generado esos 2.000 euros. Fácil, ¿verdad? Pues no. Quizá nos conformemos con ese dato pero, a poco que pensemos en el asunto, nos daremos cuenta de que la realidad es mucho más complicada. Por ejemplo, podemos hacernos preguntas como estas:Sigue leyendo el artículo…

Todos sabemos que los enlaces a tu web son fundamentales para cualquier web, ya sea como parte de tu estrategia SEO o como una manera de lograr visitas por referencia directa desde otras webs. Sin embargo, llevados por este concepto, muchas empresas se lanzan a estrategias de link building muy agresivas orientadas a disparar su posición en los rankings de Google.

Estas prácticas de link building a gran escala conllevan riesgos considerables: recibir una importante penalización por parte de Google, que puede pasar factura a nuestro negocio durante meses o años.

Entre las prácticas que Google intenta detectar y penalizar destacan los enlaces pagados, los intercambios excesivos de enlaces, los anuncios que transfieren PageRank (es decir, que no usan mecanismos como la etiqueta rel=»nofollow») o, por supuesto, los vínculos no naturales, como los que a veces podemos encontrar en plugins y plantillas gratuitas para sistemas de publicación como WordPress.

He compartido esta página en Slideshare con las principales ideas alrededor de este asunto:Sigue leyendo el artículo…

Un par de artículos de estos días, me han hecho pensar más sobre lo que escribí la semana pasada al hablar de las cinco verdades incómodas sobre SEO que no se suelen decir abiertamente.

El primero de ellos fue el que publicó David Bonilla en su blog, acerca de las decisiones que han tomado con respecto a la relación con Google en sus negocios, como el comparador de videojuegos Otogami. David dice cosas como:

No sé si seremos capaces de montar un negocio online sin la ayuda de Google, pero si sé que no quiero montar un negocio online que dependa de Google

Y pone como ejemplo el caso de eDreams, el portal de viajes que se dio un castañazo en bolsa al caer estrepitosamente en el índice de Google. Dice David que no quiere trabajar para Google y, en eso, tiene más razón que un santo. Sin embargo, entre trabajar para Google e ignorar a Google hay un punto medio muy interesante que muchos olvidan:

…construir algo tan awesómico que consiga el “Efecto Wow”. Algo que guste tanto a la gente como para incitarla a compartirlo y PRESCRIBIRLO.

David dixit. Ahí está el misterio: pensar en satisfacer a tus clientes. Oh, sí, ya sé que eso es lo que te dicen en la primera clase de «Introducción al marketing» pero, ¿a que se nos olvida a menudo?

Pero lo mejor no es eso: lo mejor es que lo que gusta a tus clientes es también lo que le gusta a Google. Lo contrario no es necesariamente cierto: los contenidos pensados para posicionar son, mayoritariamente, ideales para disgustar a tus usuarios. Desde Google, no se hartan de decírnoslo: lo que importan son los contenidos de calidad. Pues, nada, todo el mundo empeñado en crear falsas páginas de resultados de búsqueda, contratar granjas de vínculos, usar dominios intermedios y cualquier otra guarrería, sólo con tal de estar arriba.

Por cierto, ya va siendo hora de dejar de usar expresiones como «por culpa de los cambios en los algoritmos de Google». Google tiene su lado oscuro, sin duda, pero sería mucho más correcto (y honesto) decir cosas como «ya nos han pillado los de Google intentando colársela de mil formas».

El segundo artículo sobre el tema es este que he encontrado en Mashable y cuyo título he calcado hoy: Are we coming to the end of SEO? Básicamente, el artículo trata de estas cuestiones de aquí arriba: a Google le interesa primar el contenido de calidad por encima de la sobre-optimización SEO y, si te concentras sólo en esto en lugar de en pensar en tus clientes, sólo es cuestión de tiempo que te den un capón que te haga perder un 60% en bolsa. Quizá, si lo dice alguien en Mashable y, además, en inglés, más gente empezará a convencerse y a concentrarse en el viejo oficio de dar a tus clientes lo que quieren (o, preferiblemente, más de lo que esperan).

Sólo para que conste: no creo que se acerque el fin del SEO, en general. El SEO que sí está abocado a la extinción (o, como mínimo, a una constante escalada armamentística contra Google, plagada de costes y de riesgos) es aquel que sólo mira a Google, al ranking, y se olvida del cliente.

El SEO, la optimización de tu sitio web para que aparezca en los primeros lugares en Google (y otros buscadores), es visto como una manera económica de atraer visitantes a tu web.

Y, sin duda, así es, pero hay que comprender por completo lo que te puede ofrecer y, sobre todo, lo que te va a costar conseguirlo.

Cualquier búsqueda en Google sobre SEO devuelve cientos de miles de resultados sobre sus beneficios, salpicados de consejos. Por no mencionar un buen puñado de anuncios de quienes ofrecen sus servicios en esta línea.

El tono general de todos esos contenidos es inspirador y motivador. Abundan los que reducen la dificultad de las prácticas SEO a meras listas de cinco o diez acciones de «SEO on-page» con las que mejorar tu posicionamiento. Raro es el artículo en el que se mencionan las dificultades de cualquier estrategia de optimización con aspiraciones: el tiempo y el dinero que es necesario invertir para conseguir resultados y lo poco garantizados que están estos.

Las principales verdades del SEO que no suelen aparecer cuando se habla de esto:

1 – Una lista de consejos no es una estrategia SEO

Usa los títulos H1, H2, H3. Escribe un número mínimo de palabras. Ponle el ALT a las imágenes. Evita los títulos duplicados. Y así hasta el infinito. Eso no es una estrategia SEO.

Eso es, simplemente, una lista de requisitos básicos que debería cumplir toda web para no ver penalizados sus esfuerzos por aparecer en los buscadores. Debes hacerlo, sí, pero eso sólo no te garantiza nada, principalmente si compites en un entorno muy disputado.

El SEO es mucho más que eso y, como repiten continuamente desde Google, gira fundamentalmente alrededor de contenidos de calidad que realmente interesen a tus usuarios.Sigue leyendo el artículo…

Reconozco que mi relación con Google+ ha pasado por varias etapas, en una especie de «montaña rusa emocional», y que ahora no pasamos por nuestros mejores momentos. Si Google+ fuera mi novia, ahora estaríamos «dándonos un tiempo», que es como se suele llamar a la situación en la que sabes que lo vuestro no tiene futuro pero aún no has reunido el valor para decirlo abiertamente.

A la hora de definir la estrategia social de una marca, ya he visto varias veces lo espinoso que resulta llegar al capítulo de Google+. Qué hacer o qué no hacer en la red social de Google alimenta debates y airadas discusiones debido, principalmente, al overpromise de sus infladas cifras de usuarios y al apalancamiento que promete en tus esfuerzos de SEO, pero que no suele verse correspondido con niveles similares de interacción o notoriedad.Sigue leyendo el artículo…

ASO son las siglas de Application Store Optimization, es decir, las técnicas que permiten optimizar la posición de las apps que se publican en los markets de las principales plataformas móviles, como el App Store de Apple o Google Play. Es, por tanto, similar al SEO, pero aplicado a un entorno mucho más concreto y restringido, donde jugamos con un menor grado de libertad y posibilidades.

La importancia de las técnicas de ASO, por limitadas que estén, se pone de manifiesto al comprobar que la inmensa mayoría de las aplicaciones existentes en los principales markets no se descargan NUNCA. Resulta ridículo invertir tiempo, dinero e ilusión en la creación de una app y que ésta fracase de forma tan estrepitosa.

Mientras el mundo del SEO es rico en herramientas, técnicas y posibilidades, el del ASO se limita a unas pocas prácticas de sentido común que podemos resumir de esta forma:Sigue leyendo el artículo…