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Desde hace un tiempo, una nueva pieza llama a las puertas de nuestras pilas de tecnología de marketing: las “Customer Data Platforms (CDP)”. El año pasado, el interés creció notablemente:

Evolución de "Customer Data Platform" en Google Trends en los últimos años
Evolución de «Customer Data Platform» en Google Trends en los últimos años

En España, es un concepto que aún no se ha popularizado, así que todavía no ha llegado la típica oleada de artículos en plan “5 motivos por los que necesitas una CDP” con los que nuestros «expertos» en social media nos suelen deleitar.

Voy a aprovechar la calma actual para abordar el asunto con suficiente profundidad y, a la vez, distancia. Sin pasiones, vamos. En lo que sigue, voy a analizar qué es una CDP, qué tipo de empresa puede/debe aprovecharla y, también, qué alternativas existen. Te anticipo que, sí, existen alternativas.

Empecemos por el principio: qué es una CDP

Esta es la primera pregunta del millón que nos haremos hoy: ¿qué es una CDP?

Voy a empezar por una definición canónica y aceptada en la industria, de Gartner: una CDP es una base de datos integrada que unifica datos de clientes online y offline, que permite el modelado y que dirige la experiencia del cliente.

Si, con la definición anterior, eres capaz de entender qué es una Customer Data Platform, posees una mente privilegiada. Más que nada porque, desde hace una década, todo CRM medianamente grande presume de hacer absolutamente todo eso, así que esa definición no sirve para distinguir unos de otros. Buen trabajo, Gartner.

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Cada día, estoy más convencido de la frase que uso de título en esta entrada: si no tienes CRM, no tienes nada. Quizá, en algunas industrias muy concretas, esto pueda no ser tan cierto, pero la mayoría de las organizaciones pueden obtener grandes beneficios de incluir el CRM entre sus actividades de marketing.

Y, para quien no me conozca, cuando hablo de «tener CRM», no me refiero a tener un determinado software de CRM implantado en tu organización. Bien llevado, te podría valer un CRM que te crees hasta con el humilde Microsoft Access (aunque no es lo ideal, obviamente). Cuando digo que debes tener un CRM, me refiero a que debes tener implantadas las prácticas que te permitan capturar, gestionar y explotar, con agilidad, toda la información sobre tus clientes (actuales, pasados y potenciales) y sobre todas las actividades que realizas hacia ellos. Da igual qué software uses, mientras puedas hacer todo eso de forma ágil y puedas, también, evolucionarlo con sencillez.

A pesar de que el CRM vivió dos momentos dorados allá por los años ochenta (en España, casi no nos enteramos de esta oleada, salvo en unas pocas de las mayores empresas) y, posteriormente, en los noventa, hemos llegado a 2014 con aún una buena proporción de empresas sin prácticas establecidas de CRM. No son pocas las que sólo mantienen la información de facturación y logística de sus clientes, aunque el grupo más numeroso es el de las que confunden una simple agenda de contactos semi-centralizada con un CRM.Sigue leyendo el artículo…